4 formas de potenciar la creatividad y la productividad


Todos tenemos dos tipos de pensamientos. Unos acerca del día a día, las tareas cotidianas, y otros que sostienen grandes ideas y hazañas. Así existe el pensamiento divergente, que genera más ideas, y el pensamiento convergente, que analiza estas ideas y las lleva hasta un mejor resultado.

¿Qué significa esto en la práctica? Que cuando se piensa de forma divergente se generan una gran cantidad de posibilidades, como navegar con multitud de opciones. Sin embargo, al final hay que elegir unas cuantas opciones y haciendo esta elección se activa el pensamiento convergente. Esto significa organizar, editar y hacer cosas. Concentrarse.

Tanto en el trabajo como en la vida en general ambos tipos de pensamiento son importantes. El divergente porque genera nuevas ideas y el convergente porque transforma estos pensamientos en conceptos y medidas concretas. El problema se presenta cuando tratamos de hacer ambas cosas al mismo tiempo, cuando nuestro cerebro cambia constantemente entre los diferentes tipos de pensamientos y hace que no sea particularmente eficaz.

Ya sea mediante los retos a los que hay que hacer frente todos los días con un trabajo creativo o sea algo totalmente distinto, conscientemente hay que separar y buscar tiempo para maximizar la capacidad intelectual y alimentar la productividad y la creatividad. Pero por supuesto es más fácil decirlo que hacerlo. Así que aquí están algunos modos de separar el pensamiento divergente y convergente en el día a día para potenciar la creatividad y la productividad.

1. Dese espacio para explorar. No se dedique únicamente a todas las listas de cosas por hacer, hágase un favor y marque un tiempo para el pensamiento divergente. Planee un tiempo para alejarse del ordenador y generar nuevas ideas, innovar, explorar espacios desconocidos. Y trate de minimizar las distracciones, anotando todo lo que se le ocurra.

2. Cuando sea hora de converger, hágalo. Una vez que haya recogido una gran variedad de ideas, tiene que ponerse a trabajar en una lista de cosas por hacer. Es el momento de ponerse a converger en una tarea concreta.

3. Separe las herramientas. Usted puede entrenar su cerebro para cambiar su modo de pensamiento de uno a otro mediante el uso de diferentes herramientas para uno de ellos, una habilidad muy útil ya que está entrenándose para ser mejor en la separación de ambos. Intente por ejemplo utilizar un cuaderno sin rayas para el pensamiento divergente y luego un ordenador para pulir y organizar todas las ideas en un pensamiento convergente.

4. Tenga cuidado con las distracciones. Incluso con la mejor de las intenciones, esto no suele ser fácil. Ajuste su entorno para permanecer dentro de un estado de ánimo y maximizarlo.

No importa en qué campo se encuentre, pensar tanto de forma divergente como convergente es importante. Pero aún más importante es separar estas dos tareas y reducir el nivel de estrés.

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