Puma y su filosofía “marketera” de Willy Wonka


¿Se acuerda de Willy Wonka, el entrañable protagonista del libro de Roald Dahl Charlie y la fábrica de chocolate? Seguro que sí. Y es que la sombra de Willy Wonka sigue siendo alargada y ha dejado una huella indeleble no sólo en nuestros recuerdos infantiles sino también en aquello que es para nosotros el pan de cada día: el marketing y la publicidad.

Willy Wonka, interpretado en el cine por el carismático Johnny Depp, tenía innumerables “gadgets” tecnológicos en su fábrica de chocolate. Sin embargo, y aunque la tecnología era una de las claves del éxito de su negocio, estaba más preocupado por las experiencias que vivían todos aquellos que visitaban su fábrica. Wonka quería que los visitantes a su prodigiosa fábrica de chocolate experimentaran constantes sorpresas y sintieran literalmente la magia en el aire. Esto que hacía Wonka en su famosa fábrica de chocolate lo hace también la marca deportiva Puma en sus acciones de marketing y publicidad.

“Wonka se aproxima al éxito de maneras diferentes y únicas”, explicaba Adam Petrick, director global de marca de Puma, en la conferencia “ANA Mobile Marketing” celebrada recientemente en Nueva York. “Fijémonos, por ejemplo, en las cascadas de chocolate de su fábrica. Wonka reconoce que puede que este método no sea el más efectivo a la hora de batir chocolate, pero sí es la única manera de hacerlo de forma correcta. Wonka es de todo menos tradicional. Tiene sus propios indicadores de eficiencia y son estos y no otros los que son verdaderamente importantes para él”, añadía.

Siguiendo la estela del extravagante Wonka, Puma no es tampoco una marca deportiva al uso. A veces, hace cosas que no son las más eficientes ni tampoco las más más tradicionales. Un ejemplo de cómo Puma está intentando diferenciarse de sus rivales en el mercado es el rediseño su tienda en Londres, inaugurada el pasado mes de marzo. La tienda está equipada con lo que Puma ha bautizado como “joypads”: 32 pantallas táctiles sincronizadas que permiten al consumidor comprobar su memoria y su tiempo de reacción a juegos que se actualizan constantemente. Los probadores de la tienda londinense de Puma tienen además una sorpresa bautizada con el nombre de “Puma Pepshow”, una caja roja que se abre y deja ver al cliente un vídeo sorpresa en su interior. El vídeo no cuenta nada al cliente sobre la marca Puma. Es sólo una visión de mundos completamente diferentes. En uno de ellos, el cliente puede ver, por ejemplo, a un hámster en una rueda, explica Giselle Abramovich en Digiday.

Como Wonka, Puma es una marca que no parece estar preocupada por los tradicionales indicadores de eficiencia empresarial. En lugar de eso, Puma pone siempre a su marca en primer plano y busca maneras originales de sorprender y divertir al consumidor.

Los clientes que se pasean por la nueva tienda londinense de Puma oyen a menudo sonar un teléfono rojo. Quien se atreve a responder a este teléfono, bautizado con el nombre de “UnSmart Phone”, oye chistes y ruidos divertidos como los mugidos de una vaca. Con todos estos trucos “marketeros”, Puma pretende mostrarse a sus clientes como una marca divertida y que no se toma a sí misma demasiado en serio.

Para hacer más sencilla la experiencia de compra a sus clientes, la tienda de Puma en Londres está equipada con varios iPads que permiten al consumidor comprar productos directamente desde la tienda online de la marca deportiva. De esta manera, el cliente puede comprar el producto en la talla y color deseados y evita tener que ir cargado con bolsas a casa.

Según Petrick, la tecnología presente en la tienda de Puma en Londres pretende sumergir al consumidor en el universo de la marca y hacerle sonreír. De esta manera, el cliente recuerda las experiencias allí vividas y habla de ellas con sus amigos. Para Puma, que sus clientes hablen de ella a otras personas es el mayor éxito.

“Los canales no importan. Hay que pensar primero en la marca, generar después ideas y dejar que esas ideas nos lleven después al canal. El canal es la última cosa en la que pensamos. Hemos aprendido que lo verdaderamente importante es entregar al consumidor la marca, no la tecnología”, señalaba Petrick en la conferencia “ANA Mobile Marketing”.

Puma Factory, una plataforma de personalización basada en tablets, permite que los clientes de Puma diseñen desde su casa o desde las tiendas de la marca sus propias zapatillas personalizadas. “Es una experiencia táctil y también social”, apuntaba Petrick. “La gente se arremolina alrededor de los tablets de Puma Factory”, indicaba.

“Sé lo que estáis pensando”, decía Petrick. “No estamos entregando demasiado al cliente salvo un pequeño pedacito de branding. Eso es porque nuestras reglas del juego son diferentes. Queremos proporcionar a la gente un tipo diferente de experiencia porque eso es lo que realmente recuerda”, indicaba Petrick. “Todo lo que hacemos es intentar contagiar a la gente de nuestra marca”, concluía Petrick.

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