Los 9 círculos del infierno de los “marketeros”: y usted, ¿dónde pasará la eternidad?


El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra. Esta célebre frase, que tan bien se aplica a la vida real, le viene también como anillo al dedo a los “marketeros”. Y es que los profesionales del marketing están acostumbrados a cometer todo tipo de pecados en su día a día, pero hay veces que se pasan de la raya y cometen tales blasfemias que bien merecen ser enviados al infierno para pasar el resto de sus días.

Según esta divertida infografía de HubSpot, que se inspira libremente en el célebre “inferno” de Dante, nueve son los círculos del infierno de los “marketeros”. ¿En cuál de ellos pasará usted la eternidad?


1. Crear contenido “feo”

Contenido “feo” es todo aquello difícil de consumir, con grandes bloques de texto y sin imágenes para romper el tedio.

El castigo: el pecador pasará la eternidad con únicamente dos colores disponibles para jugar en Draw Something: el marrón y el gris. Y no sólo eso, tendrá que jugar de manera ininterrumpida y hacerlo con efectos sonoros.



2. Ser aburrido

Internet está lleno de ejemplos de marketing aburrido. Es todo aquello que adolece de originalidad, que pasa desapercibido y que hace que la audiencia literalmente se duerma.

El castigo: limpiar toda la red de redes. El pecador tendrá que leer todas y cada una de las palabras de todas las páginas publicadas en internet y filtrar el contenido de baja calidad.



3. No monitorizar los social media

La gente utiliza los social media para comunicarse con las marcas y tales flujos de comunicación merecen ser analizados. De lo contrario, de nada sirve estar presentes en estas plataformas.

El castigo: el pecador tendrá que responder personalmente a todas y cada una de las quejas de clientes enfadados que provengan de los social media.



4. Mala automatización

Automatizar tareas en el nuevo universo online está bien, pero sólo si se hace bien. Si no, es mejor dejarlo.

El castigo: cada vez que un mensaje se envíe de manera automáticamente al destinatario equivocado a través del correo electrónico, los social social media y los dispositivos móviles, la canción “Mambo No. 5” de Lou Bega sonará en los oídos del condenado.



5. Mal “targeting”

Con las múltiples oportunidades de segmentación que los nuevos medios digitales ponen en manos de los “marketeros”, el mal “targeting” es una blasfemia difícilmente disculpable.

El castigo: el condenado tendrá que soportar una secuencia interminable de acciones de marketing sobre productos y servicios que en realidad no necesita.



6. Mensajes engañosos

Engañar al consumidor con promesas que luego no se cumplen merece inevitablemente una condena al infierno.

El castigo: si el pecador se ha pasado toda su vida poniendo cebo a los consumidores para luego quitárselo, tendrá que pasar una eternidad nadando en una piscina llena de cebo podrido.



7. Infracción de copyright

Infringir el copyright es robar y los ladrones que incurren una y otra vez en el mismo pecado bien merecen pasar una buena temporada en el infierno.

El castigo: el condenado recibirá contenido aburrido filtrado a partir del segundo círculo y lo deberá copiar palabra por palabra en una pizarra utilizando sus propias uñas a modo de tiza.



8. Spam

Las bandejas de entrada de los emails son sagradas, por lo que practicar el spam es un pecado mortal.

El castigo: el condenado tendrá que comer basura y dormir entre ella.



9. Marketing que interrumpe

No hay nada peor que interrumpir a alguien y hacerlo además para intentar venderle algo que no necesita.

El castigo: el pecador vivirá una pesadilla interminable en la que, en cualquier momento y sin ningún tipo de aviso, alguien vendrá y le abofeteará la cara.



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