¿Sabría cómo convertir los productos de su marca en un servicio?


Sacar rentabilidad sólo a los productos ya no es tan sencillo como solía ser. Con internet y la distribución global, los consumidores disponen de un abanico infinito de productos, algo que les favorece a ellos, pero también a las marcas que los venden.

Algunas compañías ya se han dado cuenta de que los productos tienen una productividad limitada, y los servicios son el futuro en un momento en que ya suponen un 75% de la economía global. Las compañías más innovadoras saben que, aunque estén vendiendo un producto, realmente es la función que ofrece ese producto lo que venden. Lo difícil ahora es poder pasar de la teoría y convertir ese negocio en empresa de servicios.

¿Cómo? Fast Company propone 3 pasos básicos con los que pasar de un modelo empresarial tradicional a introducirse en la industria de los servicios de forma sencilla.

1. Haz que tu producto sea servicio

Reinventar cómo cobras para pasar a cómo puedes convertir tu oferta en una nueva categoría de mercado. El objetivo es redefinir los productos existentes de forma que el modelo financiero pueda transformarse de vender un producto a vender un servicio. Para ello hay que preguntarse ‘¿qué problema estoy resolviendo?’, ‘¿qué necesidad más profunda estoy resolviendo?’.

Para ello hay que convertir el modelo de vender un bien a vender un acceso bajo demanda. Después, habrá que transformar la venta de bienes por la venta de tiempo (ahorro de tiempo, rapidez de entrega, etc.), cualquier cosa que resalte el valor del tiempo para crear algo nuevo y atractivo para los clientes.

2. Expándelo

Los clientes compran y utilizan productos dentro de un contexto mucho más amplio para resolver problemas complejos o satisfacer necesidades más amplias. El objetivo de las empresas tiene que estar en crear servicios complementarios a lo que ya están haciendo y expandir ese valor que ofrecen. Hay que preguntarse ‘¿qué más puedo hacer para reforzar lo que vendo?’, ‘¿qué puedo hacer para que mis clientes hagan, aprendan o experimenten esos lazos con lo que ya estoy haciendo?’.

La clave está en elevar la experiencia a elementos educativos o interactivos que refuercen el negocio central al mismo tiempo que satisfacen las necesidades del consumidor. Además, hay que dirigirse hacia la principal necesidad, crear un set de productos y servicios más holístico que apelen a una visión más amplia de las necesidades y los deseos de los clientes, incluyendo cómo se pone el precio y se financia la oferta.

3. Digitalízalo

La mayoría de las compañías ya se han lanzado a los canales digitales para sus acciones de marketing. Pero cuando se trata de innovar sus servicios, los canales digitales todavía son un terreno por explorar. Por eso, las empresas deben transformar los procesos manuales, los productos físicos y los servicios tradicionales en ofertas móviles y web.

Las compañías tienen que buscar la manera de digitalizar los productos y los procesos para reforzar lo que ya ofrecen o crear una oferta completamente nueva. Para ello, hay que utilizar los dispositivos móviles como aliados para recopilar e interpretar datos que ofrezcan conocimiento, información y servicio. Después, es importante aprovechar el poder de la red para automatizar los procesos empresariales de forma que simplifique la vida de los consumidores al mismo tiempo que se les ofrecen nuevos servicios.

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