El coche eléctrico reciclable, cada vez más cerca


Buenas noticias para la sostenibilidad medioambiental. Ya estamos un poco más cerca de que sea una realidad el vehículo eléctrico reciclable. ¿Cómo? Gracias a un proyecto llamado ECOSHELL que es de carácter internacional, que ha sido desarrollado por un Consorcio Europeo formado por empresas e instituciones de España (donde participa el CSIC, Centro Superior de Investigaciones Científicas), Francia (la empresa Altran, la Universidad de Lorena y MaHyTec, una spin-off de la universidad de Franche-Comté, la entidad CADLM y la compañía HLP Développement), Reino Unido (Universidad de Cranfield y la consultora GRM Consulting ), Finlandia (el cluster de energía y bosques VTT) y Alemania (el Instituto Fraunhofer de tecnología química).

La iniciativa, en la que por parte de España participa el CSIC, encargado en este caso de los aspectos de estandarización y regulación del proyecto, consiste en el desarrollo de un coche eléctrico hecho de piezas construidas con materiales de origen natural, como fibras naturales y biorresinas (fibra de lino, poliuretano bio y resina epoxi bio) de modo que sean reciclables.

Lo que han conseguido los investigadores con un primer prototipo realizado es que, además, el vehículo en cuestión sea muy ligero. El investigador del CSIC José Ignacio Robla, del Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas, asevera: “Aunque todavía es únicamente un diseño, queremos trabajar en él los próximos años para desarrollar un prototipo que pueda demostrar todas las cualidades que hemos conseguido”.

Reciclable, ligero y, además, económico

El coche eléctrico desarrollado, un modelo “utilitario” de tipo L7e (de menos de 400 kg), tiene un consumo muy bajo, que ronda los 4,83 Kilovatios por hora. “Asimismo, durante el proyecto, los investigadores han diseñado una planta de montaje con un impacto medioambiental mínimo, se ha consultado y aplicado las normativas vigentes de la Unión Europea, se ha desarrollado un plan de calidad para su producción y se ha analizado el ciclo de vida del vehículo en sí y de todos los materiales y procesos implicados en su fabricación. Por todo ello, creemos que este vehículo sería una de las mejores alternativas a la movilidad en las grandes ciudades”, añade el experto.

Los retos

Los desafíos del proyecto no solo han consistido en qué materiales usar para que el coche sea reciclable. El rediseño de la estructura del vehículo, la arquitectura, las interfaces y los procesos de producción son otros de los importantes retos en los que se está trabajando, según Robla.


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