Niños e Internet: cuáles son los riesgos y cómo gestionarlos


Los problemas a los que se enfrentan los niños en sus actividades online es una realidad cada vez más preocupante tanto para los padres como para los miembros de la sociedad que se interesan por defender sus derechos. Un estudio reciente de la prestigiosa Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres (LSE) investiga a fondo cuáles son y qué suponen las situaciones problemáticas online para niños entre 9 y 16 años de nueve países europeos incluido España.

Comunicación agresiva y ‘ciberbullying’, entre las situaciones más problemáticas

Según los niños encuestados, la comunicación agresiva, el acoso y el ciberbullying son los problemas más recurrentes que encuentran en el mundo digital. Los sentimientos más asociados en estos casos han sido de ira o molestia frente a personas que han usado palabras inapropiadas o insultos mientras que las chicas han sufrido incluso miedo en el caso de comunicación agresiva con extraños. Entre las plataformas mencionadas están Youtube, grupos de Facebook o juegos online. Los que han sido víctimas del ciberbullying han tenido que soportar situaciones en las que sus acosadores creaban páginas de Facebook en contra de ellos y en algunos casos extremos se les han robado perfiles para usarlos en actividades con el fin de perjudicar su identidad.
El contenido sexual es otro elemento perturbador. Los jóvenes han percibido de forma inapropiada las imágenes o vídeos de contenido sexual que han encontrado por error en los anuncios de distintas páginas web. Algunos jóvenes se han implicado en la difusión de este tipo de contenido mientras que algunas chicas han admitido haber publicado fotos provocativas para recibir más likes en las redes sociales.
Otro problema percibido por los niños ha sido el contacto online con extraños. Algunos han experimentado sentimientos de miedo y molestia cuando se les ha pedido información de carácter personal (número de teléfono o direcciones).
En cuanto a la privacidad y el mal uso de la información, se ha observado que los jóvenes no consideran un riesgo compartir información online o contraseñas de sus cuentas con sus amigos o miembros de familia. En cambio han admitido sentimientos negativos frente a la presión de revelar información o el control de sus actividades por parte de los padres.
A todo esto se añaden referencias a los efectos negativos en la salud causados por la adicción al Internet, entre ellos problemas en los ojos, de sueño y migrañas. Aparte de estos inconvenientes la descarga ilegal de juegos, vídeos, música y software se ha declarado una práctica común mientras que el contenido racista y la información falsa en algunos anuncios es causa también de problemas.

Técnicas de prevención

La detección de las principales situaciones problemáticas online han sido acompañadas por un grado de concienciación por parte de los niños y el desarrollo de las estrategias para afrontarlas. Algunas situaciones se han visto más peligrosas que otras pero en general la forma en la que los jóvenes abordan estos riesgos son muy diferentes en comparación con la actitud de sus padres. Las acciones que están dispuestos a usar para evitar el posible daño online incluyen la planificación de estrategias para combatir las intenciones no deseadas. Se ha podido observar que los métodos de prevención son más elaborados a medida que los niños crecen, por un lado porque también sus actividades conllevan más riesgo de toparse con este tipo de situaciones problemáticas. Las chicas se muestran más receptivas a recibir soporte social igual que los niños más pequeños que acuden a sus padres o conocidos para solucionar este tipo de conflictos mientras que el grupo de mayor edad recurre a un comportamiento más preventivo.

El poder de mediación del entorno

Por otro lado la mediación por parte de los miembros familiares o la escuela se convierte en un elemento clave para reducir estos riesgos. El estudio ha revelado que la actitud de los padres es distinta en función de sus propias experiencias con el mundo digital. Mientras unos padres logran explicar a sus hijos los motivos por los cuales se tienen que proteger de problemas que puedan ocurrir online otros fracasan. Cierto es que en muchas ocasiones en las relaciones padres e hijos mal gestionadas se producen tensiones que puedan llevar a la pérdida de confianza.
La situación es muy similar en el caso de las escuelas. El análisis indica que los métodos de prevención de los riesgos online dependen de la cultura de cada institución y suelen ser más eficientes en el caso de esas que se preocupan en mejorar las habilidades digitales del profesorado.

Conclusión: ‘victimizar’ no es una solución

El resultado de este estudio refleja una realidad evidente: los medios digitales están sumergidos en las vidas de muchos niños y es muy probable que las situaciones que encuentren en su mundo online impacten el desarrollo de los jóvenes en sus relaciones con el mundo exterior.
Un aspecto negativo, tal y como lo han evidenciado los investigadores, es que la prensa sensacionalista frecuentemente asocia a los niños la imagen de “víctimas”, y este es un factor que debilita la autoridad de estos últimos para hacer frente a estos peligros.
Internet se ha convertido en un aspecto inevitable en sus vidas así que es muy importante que todos los grupos que participen en la formación de la cultura digital de los niños les ayuden a desarrollar medidas eficientes de prevención mediante la mejora de habilidades digitales y una concienciación del riesgo que suponen ciertas actividades online.

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