Consejos para afrontar con éxito una entrevista de trabajo


Con la premisa de que no es tarea sencilla ni hay una única fórmula mágica y definitiva para salir airoso de una entrevista de trabajo, he aquí una serie de consejos que, de cara a que dicha misión tenga desde mi punto de vista mayores probabilidades de éxito, puede venir bien conocerlos y seguirlos.

Trata de demostrar siempre que eres el candidato que están buscando

Obviamente, si luego no te encaja el puesto, la empresa, las condiciones o lo que sea que ofrecen, descártalo tú. Se trata de un consejo que, aunque parece obvio, no lo es tanto. ¿En cuántas ocasiones habré entrevistado a personas que durante la entrevista empiezan a poner trabas al puesto pensando en voz alta, sin darse cuenta de que, en realidad, lo que consiguen es autodescartarse? Con esto no digo que no se hagan preguntas al entrevistador, se indague sobre los matices de la posición ofrecida, ni mucho menos que se mienta sobre las capacidades de uno mismo. En estos puntos entraré a continuación, pero tratemos de salir de la entrevista habiendo convencido a los entrevistadores de que somos la persona idónea y, por tanto, la que están buscando; y después decidamos nosotros si el puesto nos encaja y vamos a dar el “sí quiero”.

Prepara la entrevista, no improvises

El entrevistador, con total seguridad, habrá preparado la entrevista, y gracias a tu curriculum vitae, y probablemente en los tiempos que corren con la información adicional que aportan tus diferentes perfiles en redes sociales, sabrá quién eres, de dónde vienes, cuál es tu trayectoria académica y profesional y, por supuesto, tendrá preparado qué debe preguntarte y qué indagar sobre ti para comprobar si eres la persona que busca. Por tanto, prepárate tú también, ¿cómo? Aquí van unos consejos básicos:
Indaga sobre la empresa, visita su página web y estúdiala con detenimiento. Busca comentarios, noticias, artículos o cualquier tipo de información en Internet. Y cuando llegues a la entrevista, haz comentarios o formula preguntas que demuestren que te has informado sobre la compañía y que estás interesado en ella. Te aseguro que esto aporta un plus a tu candidatura.
Entra en diferentes webs de empleo y averigua qué otras posiciones buscan y cuál es el reclamo que utilizan para captar candidatos. De esta fuente puedes obtener información jugosa sobre la situación actual y de futuro de una empresa.
Si conoces a alguien que trabaje en la empresa o conozca a personas que lo hagan, pregunta sobre cómo les va o qué opinan de dicha organización, suele ser otra fuente de información bastante veraz.
Tras hacer todo esto, prepárate una lista de preguntas, argumentadas y reflexionadas, que te aporten información de valor sobre distintos aspectos de la organización a la que vayas a realizar el proceso de selección y formúlalas a lo largo de la entrevista. Aprovecho para sugerir que se eviten preguntas obvias, cuya respuesta sea fácilmente previsible. Siempre he pensado que de las preguntas que te haga un candidato puedes conseguir mucha información indirecta sobre sus intereses, actitudes e incluso sobre el rendimiento que se podrá obtener de él.
Además, y por supuesto, indaga sobre tu puesto en concreto, sobre sus condiciones, tus posibles responsabilidades y funciones, pero hazlo de manera aséptica. No hagas valoraciones negativas, ya que aunque las hagas, no van a cambiar nada y probablemente te perjudiquen, las condiciones son las que son y no van a variar por el hecho de que a ti te parezcan mal.

Nunca mientas

Mentir en una entrevista (o en un currículo) es un tremendo error. Es posible que, gracias a una mentira, se pueda superar un proceso de selección, una entrevista y conseguir un empleo. Pero en el corto plazo la verdad saldrá a la luz y probablemente pierdas el empleo de forma fulminante, o en el mejor de los casos pierdas tu credibilidad y reputación frente a tus compañeros y responsables. Es una de las peores maneras de empezar en una nueva empresa.
No obstante, hay maneras de salir airoso de preguntas de las que no se tiene la respuesta idónea sin mentir. A continuación cito algunos ejemplos de estas respuestas que recomiendo dar, cuando no se tenga un determinado conocimiento o no se tenga experiencia en un campo requerido:
• Pregunta: “¿Tiene usted conocimientos en…?”. Respuesta: “Lo cierto es que no, pero estoy dispuesto a prepararme y esforzarme por adquirirlos cuanto antes”.
• Pregunta: “¿Tiene experiencia previa en labores de…?”. Respuesta: “No poseo experiencia en dichas funciones, por el contrario mi experiencia en otros campos parecidos, combinada con mis ganas por progresar y mi capacidad por aprender, seguro que consiguen que pueda aprender rápido y cumplir con lo que se espera del puesto”.

Acude a la cita con la indumentaria adecuada

Una entrevista de trabajo tiene cierto componente de casting. Los entrevistadores probablemente tengan la oportunidad de conocer a muchos candidatos y sólo puedan quedarse con uno. Por tanto, tienes una única oportunidad de demostrar que, por diferentes motivos, es a ti a quien buscan. Es una selección donde debes tratar de minimizar los motivos para que te rechacen y maximizar los motivos por los que te elijan. Así que asegura, no es el momento de hacer experimentos con tu aspecto personal:
• Ponte tus mejores galas, ante la duda siempre traje y corbata, evita colores o prendas muy estridentes o atrevidas; si eres mujer evita faldas muy cortas o grandes escotes.
• Trata de sentirte cómodo con la ropa que lleves, es importante que en una entrevista el candidato demuestre cierta seguridad en sí mismo, pero de igual manera sé consciente de que es un breve espacio de tiempo durante el cual tienes que convencer.
• Ese día tu aspecto físico y aseo personal debe ser equivalente al del día de tu boda. Si eres hombre aféitate o lleva barba cuidada, la barba de tres días les queda bien a los modelos de la tele y a tres ‘guaperas’ más, pero normalmente a la gente normal y cuando se trata de trabajos de oficina, ese look perjudica más que ayuda.
Podría incluir infinidad de consejos más, fruto de experiencias de lo más freaks que he tenido con candidatos que he entrevistado, pero las omitiré añadiendo dos últimos consejos prácticos.

Llega cinco minutos antes de la hora a la que te hayan citado

Será un leve indicio de que eres una persona previsora, responsable, puntual y que cumple con sus compromisos. Es probable que no sume demasiado, pero si llegas tarde restará.

Lleva a la entrevista un maletín, un portapapeles o una carpeta

Y durante la misma ten a mano bolígrafo y papel, donde lleves tus preguntas escritas y vayas haciendo tus anotaciones acerca de las respuestas que vayas recibiendo. Esto denota profesionalidad e interés.
Además de cumplir estos consejos, creo que durante todo el tiempo que dure una entrevista es esencial  mostrarse como una persona optimista, resolutiva, predispuesta, flexible e interesada en el puesto ofrecido y en la empresa que te ha llamado. La actitud que muestres durante la entrevista será fundamental para la toma de decisión posterior sobre ti. Al fin y al cabo, una entrevista de trabajo no es más que un encuentro entre dos personas que se necesitan mutuamente, y con seguridad a las personas nos gusta rodearnos, tanto en el ámbito profesional como personal, con otras personas que cumplan con las características que he citado anteriormente, y por tanto que nos hagan sentir cómodos, tengamos cosas en común y nos generen confianza y simpatía.
La actitud positiva siempre nos colocará en los primeros puestos del ranking de candidatos que optan al puesto. Suerte en tu próxima entrevista, aunque en las entrevistas suele influir poco la suerte si se va preparado.

tony-olivoEl autor de este artículo es Tony Olivo (@TonyOlivo), director de Personas y Medios Corporativos en BABEL

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