Cómo controlar la temperatura de tu ordenador


La temperatura es un factor clave en el mantenimiento de tu PC. Además, afecta de forma directa al rendimiento y fiabilidad de tu equipo y a tu bienestar ya que el ordenador se volverá más ruidoso y molesto mientras se usa. A continuación te damos algunas claves para mantenerlas bajo control.
Cómo controlar la temperatura de tu ordenador

1: La importancia del calor
Todos los elementos electrónicos de tu ordenador necesitan energía para funcionar. Esta energía se transforma en calor cuando están en funcionamiento y es necesario disiparla de alguna forma.
A pesar de que los componentes de tu ordenador están diseñados para soportar altas temperaturas de trabajo, si se les obliga a trabajar en estos límites térmicos durante un periodo prolongado acaba disminuyendo su fiabilidad y el riesgo de sufrir averías aumenta exponencialmente.
Procesadortarjeta gráficaplaca base y disco duro son los componentes que más calor emiten. Todos ellos cuentan con sus propios sistemas de refrigeración adicionales diseñados para mantener a cada componente bajo unos límites térmicos seguros. Pero estos sistemas de refrigeración tienen un enemigo silencioso e implacable contra el que no pueden luchar y que poco a poco irá mermando sus capacidades de refrigeración: el polvo.
El polvo impide la refrigeración de los componentes
Por ese motivo, es necesario mantenerlos siempre limpios y en perfectas condiciones para que puedan realizar su función de forma eficaz. Haciéndolo evitarás descensos de rendimiento o incluso apagados aleatorios cuando el ordenador lleve mucho tiempo funcionando o al realizar tareas intensivas, mejorarás la fluidez mientras juegas o evitarás costosas averías que implicarán la sustitución de los componentes.
Con un sencillo mantenimiento de los componentes de tu ordenador conseguirás controlar la temperatura de tu ordenador y evitar molestias ocasionadas por el aumento del ruido y podrás mantenerlo en perfectas condiciones durante mucho más tiempo. Probablemente te aterre la idea de abrir la caja de tu ordenador y enfrentarte a ese laberinto de cables y circuitos electrónicos, pero en realidad es mucho más sencillo de lo que parece y, con las indicaciones sobre cómo realizar la limpieza y mantenimiento de los componentes principales que más adelante te mostraremos, serás capaz de controlar las temperaturas y el ruido de tu ordenador dentro de unos parámetros más que aceptables y evitar muchas averías.

2: Refrigeración de los componentes de tu PC

No todos los componentes soportan la temperatura de igual forma. Algunos fabricantes mejoran los sistemas de refrigeración de sus componentes para procurar que las temperaturas sean lo más bajas posible. Un buen ejemplo de ello son las placas base.
En algunos modelos de las gamas media y alta se utiliza más cobre en su fabricación para que la propia superficie de la placa actúe como disipador del calor que produce. Además se instalan mayores disipadores de aluminio sobre los elementos que más se calientan mientras se usa.
Algo parecido sucede en las tarjetas gráficas en las que los fabricantes instalan grandes disipadores de aluminio que mejoran sustancialmente la expulsión de calor de su interior.
Ten en cuenta estos elementos de refrigeración al comprar tu ordenador o al sustituir alguno de los componentes, ya que garantizan mejores condiciones térmicas aunque, al igual que el resto de componentes, sufrirá el inevitable y silencioso deterioro que produce el polvo suspendido en el ambiente
Refrigeración de los componentes de tu PC

3: Elige bien la caja para tu ordenador

La caja de tu ordenador es mucho más que un simple receptáculo donde guardar los componentes de tu ordenador. Es una pieza clave para la correcta refrigeración del ordenador. De ella depende la circulación del flujo de aire fresco que deberá recorrer los diferentes componentes de tu ordenador y empujar el aire caliente de su interior hasta expulsarlo fuera de la caja y así evitar su acumulación y el recalentamiento progresivo.
Además, la caja sirve como soporte para instalar de forma estratégica los distintos ventiladores que forzarán esa expulsión del aire caliente del interior de tu equipo. Estas capacidades térmicas no tienen por qué estar reñidas con un bonito diseño o un tamaño reducido, pero no todas las cajas de ordenadores son iguales en cuanto a capacidades de refrigeración.
Elige bien la caja para tu ordenador

4: Precauciones básicas

Antes de comenzar el mantenimiento de tu ordenador, conviene tomar algunas precauciones para hacerlo con seguridad y no dañarlos.
En primer lugar, apaga y desconecta el equipo de la toma de corriente eléctrica. No basta con que el ordenador esté simplemente apagado, ya que algunos componentes se mantienen en “standby” y nunca se deben manipular con el ordenador activo. Otro factor a tener en cuenta es la electricidad estática.
La pulsera antiestática evita daños en os componentes
Los componentes electrónicos son muy sensibles a este tipo de electricidad y pueden dañarse con facilidad. Para evitarla, no manipules el ordenador si estás sobre un suelo de moqueta o alfombra y, sobre todo, toca siempre una parte metálica de la caja antes de tocar cualquier componente del interior tu ordenador y repite esta acción de forma periódica mientras manipules los componentes. De esa forma, descargarás la estática de tu cuerpo y no dañarás tu equipo. También puedes utilizar una pulsera antiestática que descargará la electricidad estática de forma constante.
Otro punto importante es utilizar las herramientas adecuadas para desmontar los componentes. Los equipos más actuales cuentan con resortes que fijan los componentes a la caja y prácticamente no necesitarás herramientas pero en la mayoría de los casos necesitarás al menos un destornillador con el cabezal adecuado.

5: Mantenimiento para la refrigeración del procesador

El procesador es uno de los elementos clave en la refrigeración de tu ordenador. Mantener limpio su sistema de refrigeración será esencial para el óptimo funcionamiento de tu equipo.
Tras tomar las precauciones de seguridad que te hemos indicado, desmonta el panel lateral de la caja (habitualmente el panel izquierdo) y deja al descubierto el interior de tu equipo.
En él destaca el disipador del procesador que consta de dos elementos unidos entre sí: el bloque de aluminio del disipador y el ventilador que lo refrigera. La forma más eficaz para limpiarlo es utilizar un bote de aire comprimido que encontrarás en tiendas de electrónica. Sujeta el ventilador para que no gire e inserta la cánula del bote por las ranuras del disipador para eliminar el polvo. Puedes ayudarte de un pincel suave para eliminar todo el polvo adherido.
Además, cada dos o tres años es recomendable sustituir la pasta térmica que se aplica entre el procesador y el disipador, ya que ésta pierde sus propiedades termoconductoras. Para ello, debes desmontar el bloque del disipador y desconectar el cable de alimentación del ventilador en la placa base.
El sistema de anclaje del disipador varía dependiendo del procesador.
Los sistemas basados en procesadores Intel usan cuatro anclajes que se liberan girándolos media vuelta y tirando ligeramente de cada uno de ellos.
Los anclajes de los procesadores AMD utilizan una palanca que, al accionarla, libera unas grapas situadas a ambos lados del disipador. Después, mueve con cuidado el disipador hasta que se despegue del procesador. A continuación, limpia el residuo de pasta térmica que ha quedado en la base del disipador y en el procesador. Aunque existen varias técnicas para aplicar la pasta térmica al procesador, la más sencilla es aplicar el equivalente a un grano de arroz de pasta térmica sobre la base del procesador y volver a instalar el disipador tal y como estaba. La presión ejercida al fijarlo extenderá la pasta formando una fina capa. Puedes comprar esta pasta térmica en las tiendas de informática. Déjate asesorar por el personal de la tienda ya que no todas tienen las mismas propiedades conductoras.
Mantenimiento para la refrigeración del procesador

6: Mantenimiento de la refrigeración de la tarjeta gráfica

La tarjeta gráfica es otro importante foco de calor y uno de los puntos claves para controlar la temperatura de tu ordenador. Aunque es capaz de soportar altas temperaturas de trabajo, el sobrecalentamiento reiterado puede inutilizarla por completo.
La limpieza de la tarjeta gráfica es muy similar a la del procesador. Para realizarle un mantenimiento periódico, bastará con utilizar un bote de aire comprimido y un pincel para eliminar el polvo que obstruye la refrigeración.
En ocasiones el fabricante instala una carcasa de plástico sobre el sistema de refrigeración que dificulta mucho su limpieza. En ese caso, debes desmontarla de tu equipo para acceder fácilmente a todos los rincones.
En primer lugar, desconecta la alimentación eléctrica del cable PCI Express de la fuente (en caso de que tu tarjeta lo tenga conectado). Después, quita el tornillo que sujeta la tarjeta gráfica a la parte trasera de la caja (algunas cajas utilizan un sistema de anclaje sin tornillos). Ahora, desbloquea la pestaña de sujeción de la conexión PCI-E de la placa base, y simultáneamente tira con cuidado hacia fuera, para extraerla. Al igual que sucedía con el procesador, la tarjeta gráfica también necesita renovar la pasta térmica, aunque ésta tiene una mayor duración, y el proceso para desmontar la carcasa de plástico y el disipador es algo más complicado.
Atención, el fabricante puede anular la garantía de la tarjeta gráfica si cree que no se ha realizado de forma correcta.
Si a pesar de todo decides seguir adelante, puedes desmontarlo aflojando con cuidado los tornillos de sujeción que encontrarás en la cara del circuito impreso opuesta al disipador. A continuación, limpia los restos de pasta térmica, deposita una pequeña cantidad de pasta sobre el procesador gráfico y vuelve a instalar el disipador y la carcasa de plástico. Después, conecta de nuevo la alimentación eléctrica (si la tarjeta gráfica la necesita) y vuelve a conectar y fijar la tarjeta gráfica en tu ordenador.
Mantenimiento de la refrigeración de la tarjeta gráfica

7: Ordena el interior de la caja

La ubicación de los distintos componentes, así como la correcta colocación de los cables del interior de la caja del ordenador también ayudará a controlar la temperatura de tu ordenador.
Los componentes de tu ordenador deben, en la medida de lo posible, estar lo más separados unos de otros para facilitar la correcta de refrigeración de todos ellos.
Así, si tienes conectada la tarjeta gráfica en el conector PCI Express más cercano al procesador y necesitas instalar una tarjeta de red o de sonido, procura instalarla en las conexiones inferiores dejando el máximo espacio posible entre ellas y la tarjeta gráfica. De lo contrario, bloquearán la entrada de aire fresco al disipador de la tarjeta gráfica, su temperatura se elevará y aumentará la velocidad del ventilador, produciendo más ruido y menos eficiencia de refrigeración.
Algo similar sucede con los cables de alimentación y conexión de los componentes de tu ordenador. Las cajas actuales cuentan con numerosas ranuras en el panel lateral de anclaje y espacio suficiente entre éste y el panel exterior de la caja. Este espacio facilita la gestión y organización de los cables. Utiliza estas ranuras para agrupar los cables y ocultarlos en ese espacio entre ambos paneles. Esto, además de ofrecer un aspecto mucho más ordenado al interior de tu equipo, facilitará el flujo de aire por el interior de la caja.
Utiliza bridas o el sistema de fijación que prefieras para agrupar y organizar los cables en toda la caja y procura dejarlos lo más pegado posible a las paredes de la caja. De ese modo, los cables no bloquearán la circulación de aire fresco por todos los componentes de tu equipo. En cuanto a la posición de los discos duros, si es posible, mantenlos separados para que el aire fresco circule por su superficie. Si tienes instalado un disco mecánico y un SSD, procura que el SSD esté por debajo del mecánico, de esa forma no le afectará el calor que emite el disco mecánico.
Ordena el interior de la caja

8: Ventilación forzada para la caja

Ya hemos comentado la importancia de mantener un flujo de aire fresco en el interior de la caja. Para asegurar ese flujo será necesario instalar algunos ventiladores en la caja del ordenador.
El flujo del aire por el interior de la caja sirve para que el aire caliente que generan los componentes no quede estancado en su interior. Para ello deberás instalar unos ventiladores en su interior. Básicamente se trata de meter aire fresco por la parte frontal inferior de la caja y que éste aire fresco empuje al aire caliente hacia arriba para finalmente expulsarlo por la parte superior trasera de la caja.
Dado que el aire caliente es menos denso que el frío esto se produce de forma natural, pero con un poco de ayuda se mejoran las temperaturas.
Revisa las características de tu caja e instala un ventilador de la medida adecuada en interior del frontal de la caja. El ventilador tomará el aire del exterior y lo empujará al interior.
Examina con detenimiento el ventilador y observa que, en uno de los laterales, hay una flecha en relieve que indica la dirección en la que el ventilador empuja el aire. Instala el ventilador lo más abajo posible en el frontal de la caja con esa flecha apuntando hacia el interior.
Repite la operación con el ventilador de la parte superior trasera pero, en esta ocasión, sacará el aire caliente del interior de la caja. Por tanto, instala el ventilador con la flecha apuntando hacia el exterior de la caja. Después, conéctalos a las conexiones FAN de la placa base.
Si tu caja está preparada para ello, puedes instalar otros ventiladores que empujen el aire fresco desde el lateral o que extraigan el aire caliente desde la parte superior de la caja.
Si tu caja tiene con filtros antipolvo, mantenlos siempre limpios para no obstruir el paso del aire.
Ventilación forzada para la caja

9: Refrigeración en los portátiles

Dado el reducido espacio disponible en los ordenadores portátiles, su refrigeración es complicada y son muy propensos a sufrir averías causadas por las altas temperaturas
Los portátiles cuentan con ranuras de ventilación en los laterales y en la parte inferior de la carcasa por donde debe entrar aire fresco que expulse el aire caliente que hay en su interior. Si se obstruyen esas ranuras, se impide el flujo de aire necesario para mantener fresco el interior.
Trata de usar el portátil sobre una superficie plana para que circule aire por la parte inferior y no lo apoyes sobre tus rodillas o sobre ropa o cojines ya que la tela obstruirá la ventilación del portátil.
Siempre que puedas utiliza una base refrigeradora con el tamaño adecuado para tu portátil que haga circular el aire por la parte inferior.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Dabbleboard, una pizarra para hacer más productivas las reuniones

Community Managers: Una fórmula sencilla de medir el ROI para Pymes

5 procesadores de texto alternativos y no convencionales