Cómo activar el inicio rápido en Windows 10


Una de las mejoras que cualquier usuario puede percibir tras probar Windows 10 es que el arranque es notablemente más rápido que en sistemas anteriores. Microsoft ha trabajado mucho el código para que se carguen solo los servicios imprescindibles y entrega una sistema muy bien optimizado de serie, que apenas requiere mantenimiento por parte del usuario ni software de terceros.

Si habéis comprado un equipo nuevo ya con Windows 10 de serie o habéis realizado una instalación desde cero del sistema es probable que ya tengáis correctamente configurado el arranque rápido. Si, por el contrario, habéis actualizado desde versiones anteriores de Windows os recomendamos seguir estos pasos para mejorar la velocidad de inicio de vuestro sistema:
Para acceder rápidamente a la configuración de inicio, teclea la palabra Energía en la barra de búsquedas y haz clic sobre Opciones de Energía. 
  1. En la siguiente pantalla, clic a la opción Configuración adicional de energía. 
  2. En el panel de opciones de la izquierda, selecciona Elegir el comportamiento de los botones de inicio/apagado. 
  3. Haz clic sobre el enlace Cambiar la configuración actualmente no disponible (es posible que te solicite usuario y contraseña) 
  4. Finalmente, marca la casilla Activar inicio rápido y guarda los cambios. 



Esta opción acelera el inicio del sistema operativo cuando encendemos el equipo desde cero, no afecta a la velocidad de reinicio. Si queréis optimizar todavía más vuestro sistema, os recomendamos consultar este artículo.

Nota importante: si, junto a Windows 10, tenéis instalada una distribución de GNU/Linux no es recomendable activar esta opción porque puede provocar problemas en el arranque.


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